
La lipodistrofia se clasifica en:
Lipoatrofia

Se caracteriza por la pérdida parcial del tejido graso, tipo “hundimiento, cavidad”
Lipohipertrofia

Se caracteriza por un engrosamiento del tejido graso tipo “bulto o masa”
De las dos formas de lipodistrofia ocasionadas por la insulina, la más frecuente es la Lipohipertrofia. Ella se presenta por las siguientes causas:
- Inyectarse siempre en el mismo lugar. No rotar los sitios de punción.
- Reusar agujas de plumas y jeringas de insulina
- Tener un año o más en tratamiento con insulina
La recomendación principal es utilizar una correcta técnica de aplicación de insulina, que incluye un buen lavado de manos, limpieza de la zona a inyectar con un algodón seco, utilizar la jeringa o la aguja una sola vez y desecharla, rotar los sitios de punción. Si encuentra cualquier endurecimiento, enrojecimiento, color morado en la piel o hay dolor al colocar la inyección, consulte inmediatamente con su médico tratante o con su educador en diabetes.
Sitios de inyección y áreas de rotación

No se deben inyectar la piel en sitios donde existan cicatrices, lunares, estrías, verrugas, heridas, raspones, moretones, golpes o cualquier otra característica que altera la integridad y secuencia de la piel.
La lipohipertrofia se diagnostica a través de la observación y palpación de la zona afectada. Al ser diagnosticada se debe:
- No seguir puncionando el mismo sitio afectado
- Aumentar las mediciones de la glucometría
- Aprender la forma correcta de aplicación de la insulina con los sitios de rotación
- Mantener informado al médico tratante de la evolución
Según un estudio del Instituto nacional de higiene, epidemiología y microbiología; y el Hospital pediátrico docente de centro Habana de La Habana-Cuba; la incidencia de lipodistrofia en pacientes con diabetes tipo 1 por insulina fue del 70%. El 35% tenían lesión en dos zonas, el 30% en una zona y el 5% en tres zonas. La zona más frecuente de la alteración fueron los brazos, seguidos del abdomen, glúteos y muslos.
El 83.33% de los pacientes presentaron deficiencia en el conocimiento y habilidades para aplicar la insulina. De manera tal que la educación siempre será el factor fundamental y diferenciador sobre el cual se basa todo el tratamiento de las personas con diabetes.
